El sector profesional en el que más anglicismos se utilizan es el del marketing. La propia palabra marketing ya es un anglicismo, que traducido vendría a significar mercadotecnia.
A muchas personas este abuso de palabras extranjeras de origen inglés les resulta molesto. Al fin y al cabo, ¿por qué emplear términos que ya disponen de una correcta traducción al español?
Ese es el razonamiento que suelen llevar a cabo. Sin embargo, lo que la mayoría de personas no comprenden es que el marketing se basa, precisamente, en la publicidad y en la captación de clientes no solo a nivel nacional, sino también a nivel internacional.
Esto implica, por fuerza, una «internacionalización» de la publicidad.
La mayoría de los profesionales del marketing tienen que saber inglés, y si conocen otros idiomas, mejor.
Se trata de un ámbito profesional que trabaja en estrecha relación con otros en los que hablar diferentes idiomas y tratar con clientes de numerosas nacionalidades es crucial.
Un copywriter que trabaje en una agencia de publicidad y con clientes del sector turístico, por ejemplo, no podrá limitarse a redactar en español los textos e incluir en el mismo idioma las palabras clave del posicionamiento SEO, sino que deberá traducirlos al inglés y, muy probablemente, al alemán.
Al menos en España, donde los principales destinos turísticos del país acogen mercado turístico inglés y alemán. En Canarias, por ejemplo, es imposible dedicarse al marketing digital turístico sin hablar estos dos idiomas.
La necesidad de hablar múltiples lenguas ha conllevado que la metodología y la nomenclatura del marketing se haya homogeneizado, y homogeneizar quiere decir esto: emplear el idioma más utilizado a nivel internacional.
Por esa razón hay tantos términos anglosajones en el marketing tanto tradicional como online, y por esa razón siguen incorporándose al corpus teórico nuevas realidades de la profesión con su nombre original.
Porque el marketing y la publicidad no puede limitarse a una simple cámara de eco regional, sino que ha de intentar expandirse a través del mundo. Los clientes, es decir, los usuarios, están en todas partes, y es muy fácil encontrarlos a través de internet.